A diez ascendió el número de Maestros del Ron Cubano, luego de la reunión del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) CUBA para los rones, donde se decidió reconocer con la prestigiosa categoría a Francisco Javier Sabat Gonzalo y Noemí del Toro del Toro.
Hasta entonces, ambos eran Aspirantes a Maestros del Ron Cubano, un movimiento que atesora y desarrolla en todo el país esa tradición inseparable de la identidad nacional.
Noemí del Toro ha dedicado su vida a la emblemática fábrica de Santiago de Cuba, donde desde joven se adentró en sus secretos bajo la tutela del Primer Maestro del Ron Cubano, José Pablo Navarro Campa.
Por su parte, Francisco Javier Sabat es especialista de la Fábrica de Ron “El Valle”, de Pinar del Río. En sus más de 30 años de experiencia se ha destacado en la investigación y logro de nuevos productos.
Para ser Maestro del Ron Cubano debe superarse un proceso de 10 o 15 años de aprendizaje mínimo (nunca terminan de sumar conocimientos), estar íntimamente relacionado con la geografía, la historia y la cultura de la zona donde se preparan los productos, y también tener un alto nivel de estudios para comprender e innovar mediante procesos químicos de fermentación, destilación y añejamiento, entre otros.
Además, se precisa una sensibilidad especial para las diferencias de los rones en varias etapas y añejamientos.
Los recién nombrados se unen al selecto grupo de profesionales formado, liderados por los Primeros Maestros del Ron Cubano, José Pablo Navarro Campa y Juan Carlos González Delgado, integrado además por Manuel Calderón Echevarría, Asbel Morales Lorenzo, Salome Alemán Carriazo, Julio Enrique Ayan Rial, César Augusto Martí Marcelo y Tranquilino Palencia Estruch (“Tano”).
Junto a las condiciones de clima, suelos y la tradición centenaria de Cuba como cuna del ron ligero, ellos son un pilar fundamental para el éxito creciente de nuestros productos en el mundo.

